La historia de San Francisquito, un barrio indígena urbano en Querétaro, es una lucha constante por la preservación de sus tradiciones, su territorio y su identidad frente a la amenaza de la gentrificación. Este barrio, con raíces chichimecas, es famoso por su danza conchera y sus muros adornados con arte urbano que narran historias de resistencia y herencia indígena. En 2015, San Francisquito comenzó a enfrentar el peligro de un megaproyecto turístico impulsado por los gobiernos estatal y municipal, que amenazaba con transformar el barrio en un destino comercial, desplazando a los habitantes originales y destruyendo su cultura y espacios sagrados. A través de asambleas comunitarias, marchas y la creación de una Confederación, las y los vecinos comenzaron a organizarse y solicitaron el reconocimiento oficial de San Francisquito como un barrio indígena urbano como una forma de defender sus derechos y protegerse ante nuevos desarrollos inmobiliarios.

Querétaro: San Francisquito, el barrio indígena urbano que no se vende

Créditos

Esta es una producción de la Confederación Indígena del Barrio de San Francisquito

GUIÓN

Alejandra Moreno, Mely Arellano y

Marcela Turatti

GRABACIÓN

Luis Cázares, Alejandra Moreno y

Eloisa Diez

VOZ NARRADORA

Mara Guevara

SLAM

Miguel Arcila Hidalgo

Mara Guevara

AGRADECIMIENTOS SIEMPRE A:

A todos los corazones que han sostenido los pasos de la Asamblea en defensa del barrio de San Francisquito a través de los años. Laberinto Galería Urbana, Tianguis Cultural San Francisquito, Trinidad Landa Herrera, Gerardo Bohórquez, Alma Pájaro, Jefe Migue, Jefa Cuca, las Jefas Rosa, Jefe Rafa, Dr. Mirtha. A las Ánimas benditas y a los últimos conquistadores de los cuatro vientos. Para todos todo, para nosotros nada. ¡Él es Dios!

Contexto e historia

Los procesos gentrificadores producto del capitalismo se siguen extendiendo a lo largo del mundo, imponiendo formas de vida que no contemplan la cultura originaria ni las necesidades reales de la población de los territorios que son invadidos por los grandes capitales. 

El barrio de San Francisquito, es un barrio indígena urbano, el primero en el estado en tener este nombramiento. Nuestro territorio está ubicado en el centro histórico de la ciudad de Querétaro, y sus vecinos y vecinas se encuentran luchando por la preservación de sus tradiciones, por conservar la autonomía sobre su territorio y por proteger la identidad comunitaria de las amenazas gentrificadoras. 

Nuestro barrio tiene raíces chichimecas y es famoso por la danza tradicional danza de los concheros. Entre los jóvenes es conocido por sus murales y el arte urbano que ahí se lleva a cabo, pero principalmente es reconocido por su herencia indígena y sus tradiciones. 

Desde 2015, los habitantes de san francisquito comenzaron a enfrentar el peligro de un megaproyecto comercial y turístico, impulsado por el gobierno estatal y municipal pero que tiene raíces en proyectos globales en materia de urbanización. Estos megaproyectos se impusieron con fuerza y amenazaron el barrio ya que provocan grandes cambios y pérdidas para los habitantes que han habitado el barrio junto a sus familias, desde su fundación. 

A través de mucha organización comunitaria y mucho esfuerzo por parte de los vecinos y vecinas, se ha creado la Confederación Indígena del Barrio de San Francisquito, quienes solicitaron a las autoridades el nombramiento como barrio indígena urbano, como una forma de defender sus derechos y de protegerse ante el desafío que es negociar con los proyectos inmobiliarios y tratar de detener los procesos gentrificadores que llegan del exterior.

Temas

Gentrificación y desplazamiento. El conflicto central es la amenaza de gentrificación, que pone en peligro las viviendas tradicionales y las costumbres del barrio. El megaproyecto impulsado por los gobiernos estatal y municipal tiene como objetivo transformar San Francisquito en un centro comercial turístico, desplazando a sus residentes originales y alterando la estructura social y cultural del barrio.

La amenaza aunque no ha sido directa, si ha sido detectada por los mismo vecinos y vecinas, quienes han seguido la pista de las intenciones de las autoridades y se han organizado para solicitar que se les avale y respeten sus derechos como pueblo indígena. 

Resistencia cultural, identidad indígena y derechos de los pueblos indígenas urbanos. La historia aborda la lucha de la comunidad de San Francisquito por preservar su identidad indígena, sus tradiciones y su espiritualidad, especialmente a través de la danza conchera, símbolo de su herencia chichimeca. La lucha por el reconocimiento oficial de San Francisquito como un barrio indígena urbano refleja la necesidad de proteger los derechos de los pueblos indígenas en contextos urbanos frente a la discriminación y las amenazas a su territorio y cultura.

Organización comunitaria y autogestión. La comunidad de San Francisquito se organiza para defender su territorio mediante asambleas, movilizaciones y la creación de la Confederación Indígena del Barrio de San Francisquito. Esto ha sido un trabajo importante de tejer la comunidad, al inicio fue iniciativa de vecinos, activistas y estudiantes quienes fueron los precursores de las primeras asambleas. 

Arte y cultura como herramientas de lucha. El arte, especialmente los murales y la danza conchera, se han convertido en un símbolo identitario de nuestra lucha, denunciando nuestra naturaleza como pueblo indígena urbano. Por lo que las artes han sido una forma de resistencia y afirmación de la identidad tan rica y diversa de nuestro territorio. Nuestras expresiones artísticas y culturales son parte de una estrategia para movilizar y unificar a los habitantes del barrio en la defensa de sus derechos e impedir la venta de nuestro territorio sagrado.

“Además, antes de esta experiencia periodística, nuestra comunidad tenía un imaginario sobre el periodismo y ahora se nos está abriendo otro imaginario completamente diferente. Y nos produce un montón de emoción, la idea de que la realidad misma también pueda ser intervenida creativamente y que podemos contar nuestra lucha de distintas maneras”

Qué nos gustaría que ocurriera

Queremos compartir con personas de Querétaro y de todo el país la reciente resistencia del Barrio de San Francisquito ante el poder político, económico y ciudadano de nuestro estado como una forma de crear una red de apoyo para blindar nuestro barrio de los continuos avances de las obras públicas gubernamentales que se encaminan hacia el despojo y la gentrificación.

Que la información llegue a otros barrios tradicionales que han quedado en medio de las grandes ciudades y del desarrollo inmobiliario que todo devora a su paso. Hemos realizado este esfuerzo por contar nuestra lucha, para que otros pueblos indígenas que aún no se encuentran reconocidos, sepan que hay formas de defender las raíces y el territorio, para que conozcan nuestra lucha y caminemos juntos desde el reconocimiento del derecho a la autonomía de cada uno de nuestros pueblos.

Más información sobre esta historia

¿Por qué contamos esta historia?

“El barrio de San Francisquito enfrenta la amenaza de ser gentrificado. Eso significa que proyectos inmobiliarios van a entrar en él y van a expropiar tierras, construir grandes avenidas y eso provocaría el encarecimiento de todos esos terrenos y la expulsión de todos los vecinos y vecinas que residen ahí ahí, que son originarios del barrio y que portan pues la cultura y las tradiciones.”

Alejandra Moreno Durán

“Nunca es tarde para defender un territorio por muy avasallante que ya esté encima los procesos  de gentrificación. Y pensamos que el ejemplo de San Francisquito puede ayudar a muchas regiones que quieren el buen vivir”.

Luis Ángel Cázares García

Habitantes de San Francisquito y realizadores de esta historia.

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